La fábula de la Cabra que se comió al Caimán.
Mira.
Te prometo que esta historia te va a hacer decir.
¿Pero qué demonios es esta mierda?
Y cuando llegues al final, algo se te va a quedar grabado en la mente.
En un rincón olvidado por los dioses y los hombres, vivía una cabra.
Pero no cualquier cabra.
Ni mucho menos.
Esta cabra no era la cabra de la Legión.
Ni la típica cabra de los memes.
Era una cabra loca con un par de cuernos bien puestos.
Cerca de ahí.
Acechando desde las sombras, estaba él.
El caimán más siniestro, más despiadado y con peor carácter que hayas visto.
¡Vamos!
Lo que conoces por un hijo de puta.
La cabra, harta de la vida que vivia.
Decidió enfrentarse al caimán.
¿Locura? Quizás.
¿Valentía? Seguro.
¿Una mezcla de ambas? Sin duda.
Los animales, apostaban por el caimán.
Esa cabra se ha firmado su sentencia de muerte, decían.
Hoy se come Sopa de Cabra, murmuraban cuando la veían.
Y es que todos sabían que era su fin.
Pero aquí va lo mejor.
¡La cabra se lo zampó!
Esa cabra loca, con más miedo que sentido común.
Se comió al maldito caimán.
Lo que para todos los demás animales era una misión imposible.
Para ella fue un banquete.
¿Y esto qué tiene que ver contigo?
Pues más de lo que imaginas.
No, no va de volverte caníbal ni de comerte a tus enemigos literalmente (aunque, oye, cada uno tiene sus gustos).
Va de enfrentarte a tus miedos.
A esos desafíos que te parecen imposibles de superar.
Esos retos que te dicen.
-Ni lo intentes, no eres lo suficientemente bueno.
Esos que, si les haces caso, te devoran entero.
Pero cuando te enfrentas a ellos.
Cuando realmente te plantas y dices
-¡Basta ya!
Las posibilidades se multiplican.
Puede que te los zampes o que aprendas algo en el proceso.
Pero lo que es seguro es que creces.
Y crecer, es el verdadero secreto de la vida.
Así que, la próxima vez que te enfrentes a un desafío que parece que te va a comer vivo.
Piensa en la cabra.
Porque si una simple cabra pudo con un caimán.
Tú puedes con cualquier cosa se te pongan delante.
¿Quieres saber cómo aplicar esta mentalidad imparable?
A tu vida.
A tu negocio.
A lo que sea que estés persiguiendo.
Es fácil.
No te quedes de brazos cruzados.
Considera seriamente tener una sesión en Las 7 Velas.
Porque, si hay algo que no podemos detener, es el tiempo.
Y luego viene el arrepentimiento.
PD:
No te quedes mirando mientras otros consiguen lo que tú deseas.
PD2:
¡Ver para creer!